miércoles, 18 de noviembre de 2015

Carta abierta a una consultante de astrología psicológica.

"Hola. Conforme lo que me solicitaste, pasaré  a analizar tu carta natal desde tres perspectivas. La primera es un análisis de tu propia carta. La segunda es de tu revolución solar para este año. La tercera son los tránsitos planetarios que te afectan en este momento.
La carta natal habla sobre tu diseño arquetípico o de tu mandala zodiacal (mencionaré repetidamente este término,  ya te explicaré por qué)  y como tu psique se adapta a ella,  polarizándose en la parte de la carta en la que se siente más cómoda y excluyendo otras. El objetivo de conocer el diseño de tu mandala es conocer precisamente esas partes no vividas y ordenarlas con el fin de integrarlas  con las que ya conoces y configuran tu zona de confort,  dentro de la estructura de tu personalidad. Para ese fin tendremos muy en cuenta tu ascendente, que es lo que te llega por destino, así como las partes mas fáciles y conflictivas de tu carta para que veas con que te identificas y que proyectas fuera.
La revolución solar tiene en cuenta las condiciones de todo este año, empezando este año desde la fecha de tu cumpleaños hasta el próximo. Por eso es importante el lugar en el que lo pasaste, porque las condiciones cambian dependiendo de un lugar u otro. La revolución solar representa a nivel astrológico la impronta o el sello arquetípico que va a incidir sobre nuestra psicología, y por lo tanto, sobre las condiciones de nuestra vida durante este año, representándose tanto en  condiciones internas o psicológicas como externas o materiales.  Por eso es importante conocer la carta natal antes de poder comprender los cambios que se representan en el diseño de la Revolución.
Por último, los tránsitos son las posiciones planetarias actuales y como estas transitan y afectan las posiciones planetarias de tu carta natal, creando aspectos fáciles o tensos, más que favorables o desfavorables, tanto entre sí como con las posiciones originales o improntas planetarias de tu carta.  Como dicen en una escuela de astrología psicológica de Bcn, Cosmograma, “Si la Carta Natal es la semilla del árbol que eres, los Tránsitos son las condiciones climáticas que vivirás -psicológicamente- en un momento dado”. Estoy  totalmente de acuerdo con este resumen de los tránsitos, aunque estas condiciones son tan variables que encuentro mucho más estable el conocer la revolución, que reproduce una atmósfera energética y psicológica que se repetirá como un patrón a lo largo de todo un año, creando situaciones espejo en nuestra vida.
Así pues, el modo de comprender este análisis es digerir primero la información de la lectura de tu carta natal y ver si realmente te resuena, antes de pasar a la lectura de tu revolución y de tus tránsitos. Lo que hace difícil,  y a menudo arbitraria una lectura astrológica,  es que el astrólogo a menudo “impone” su percepción y sus conocimientos sobre el consultante,  aprovechándose de su necesidad de saber y a menudo, de resolver un problema que magnetiza tanto su atención que su percepción es incapaz de situarse en algún lugar de su carta desde la que sea posible una visión mucho más amplia y profunda, y no periférica. Para evitar esta tendencia, la lectura debería ser  lo más interactiva y bi-direccional posible, a través de preguntas y constataciones sobre los sentimientos y hechos que puedan corroborar lo que el astrólogo va viendo e intuyendo en tiempo real, en una lectura que es más bien, o debería ser, un diálogo con el alma que emana de cada diseño zodiacal, más que una interpretación de la misma.
Con ese fin, en lo posible, intentaré eludir hacer conclusiones, huyendo de un lenguaje cerrado. Haré más bien apuntes, conexiones, sugerencias,  hacia las muchas posibilidades que puede significar las posiciones y los aspectos de tu carta, en cada contexto: material, relacional, psicológico y espiritual.
Lo ideal sería poder hacer una lectura progresiva en tres o más sesiones, porque la comprensión de la profundidad de la carta lleva tiempo de estudio, análisis, integración y sobre todo resonancia. Eso si no se busca la fórmula fácil de que un astrólogo te diga lo que tienes o no tienes que hacer y tome la responsabilidad por ti. La verdadera tarea de un astrólogo, sobre todo dentro del ámbito de la astrología psicológica es, como te dije al principio, ser capaz de movilizar  la percepción separada que tenemos de nosotros mismos  y de la realidad que nos llega con la identificación de la conciencia con uno u otra posición planetaria, dependiendo de cual sea nuestra zona de confort, nuestra herencia cultural, y las tendencias de nuestra personalidad tanto como de nuestro carácter.
Soy consciente de que la mayor parte de la gente que pide un análisis astro-psicológico ni siquiera sabe lo que quiere, ni mucho menos lo que va a encontrarse, porque la confusión y la arbitrariedad dejada por la herencia de la astrología predictiva tradicional es mucha. Por si fuera poco, muchas escuelas de astrología actuales que promulgan hacer un tipo de astrología psicológica, mas científica y sólida, mezclan aun arbitrariamente términos sacados de la astrología de toda la vida con una especie de modelo de coaching astro-psicológico (como si no hubiera suficientes tipos de coaching ya) retomando la percepción errónea heredada de la astrología predictiva de que la psicología humana puede manejar y manipular los arquetipos y las configuraciones energéticas que la influyen a su antojo. Tratan de ordenar los planetas y la disposición planetaria como si de un tetris o puzzle se tratara, poniendo el sol en primer lugar, como fuente de propósito y a menudo cayendo en posturas "astromachistas" que relegan, por ejemplo, la luna a un papel infantil, regresivo e inconsciente, obviando que la verdadera integración se produce en la totalidad y en el centro del mandala, lo cual no quiere decir que no haya que hacer cierto trabajo de “ordenamiento” planetario a nivel periférico, mientras no se pierda de vista el contacto con esa totalidad, manifestada tanto en el centro como en la periferia.
Ahora, asumir que este ordenamiento es igual y genérico para todo el mundo, me parece una fórmula fácil que ayuda a eludir el reto y las propias contradicciones que debe afrontar un astrólogo al levantar una carta con humildad y apertura, sin atrincherarse en sus propios conocimientos. Este tipo de lectura vende poco, ciertamente, pero es el único que puedo ofrecer en conciencia. Otra cosa, según me acaba de decir una amiga, es como acercar esta visión a la gente y en su propio lenguaje, de modo que sea compatible con sus problemas, que es precisamente el por qué se busca un tipo de lectura más predictiva, o en el mejor de los casos, resolutiva y solucionadora, en el menor tiempo posible. 
Aquí se nota hasta que punto casi todos los caminos que dicen llevar al auto-conocimiento siguen presos del ritmo que nos impone la cultura hegemónica capitalista. Si viviéramos en otro contexto, mucho más cercano a los ritmos naturales, nadie tendría excesiva prisa en encontrar ese tipo de soluciones que en el fondo, solo pueden encontrarse en uno mismo,  a través de un proceso que marca su propio ritmo. El problema sigue siendo, a nivel objetivo, un problema de tiempo. De cómo el tiempo condiciona nuestra vida y de cómo nos relacionamos con él.

PS: Muchas gracias por dejarme compartir esta carta, como te dije, me ha parecido un modelo objetivo, aplicable a casi cualquier consulta. Atentamente,
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